Hace 14 años más o menos, estaba comiendo una hamburguesa de carne, cuando de repente algo hizo clic en mi cabeza y dejó de tener sentido estarme comiendo un animal. No pude acabarme la hamburguesa, sentí que le estaba dando la mordida directamente a la vaca y me sentí muy mal al respecto. Una hora después, decidí que ya no podía seguir teniendo en mi plato los restos de alguien y desde ese momento no volví a comer ningún cadáver.Al princio fue complicado porque no sabía bien qué comer, no conocía a nadie vegano/vegetariano y no había tanta información como ahora, pero poco a poco fui aprendiendo nuevas recetas y me fui empapando más sobre el tema. 8 años después, sigo convencida que fue la mejor decisión que pude tomar.He intentado poner mi pequeño granito de arena para darle visibilidad a este estilo de vida, porque no es una moda y en realidad a mí no es a la que beneficia, ni perjudica. Yo no soy la que está hacinada en una jaula, a mí no es a la que degollan y me dejan desangrándome, en mí no hacen pruebas, a mí no me trituran viva, pero eso no debería ser un impedimento para no ponerme en el lugar de alguien a quiénes sí les pasa eso.